Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Corintios 5, 1-13

1 Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre,
se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no
hecha por mano humana, que está en los cielos.

2 Y así gemimos en este estado, deseando ardientemente ser
revestidos de nuestra habitación celeste,

3 si es que nos encontramos vestidos, y no desnudos.

4 ¡Sí!, los que estamos en esta tienda gemimos abrumados. No es que
queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal
sea absorbido por la vida.

5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras
el Espíritu.

6 Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras
habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor,

7 pues caminamos en la fe y no en la visión...

8 Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este
cuerpo para vivir con el Señor.

9 Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por
agradarle.

10 Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al
descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a
lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.

11 Por tanto, conociendo el temor del Señor, tratamos de persuadir a
los hombres, pues ante Dios estamos al descubierto, como espero que ante
vuestras conciencias también estemos al descubierto.


12 No volvemos a recomendarnos ante vosotros; solamente queremos
daros ocasión para gloriaros de nosotros y así tengáis cómo responder a los
que se glorían de lo exterior, y no de lo que está en el corazón.

13 En efecto, si hemos perdido el juicio, ha sido por Dios; y si somos
sensatos, lo es por vosotros.